Noé 8



12  ̶   Y DIJO DIOS: “ESTA ES LA SEÑAL DEL PACTO QUE HAGO ENTRE MI Y VOSOTROS, Y TODA ALMA VIVIENTE QUE HAY CON VOSOTROS, PARA GENERACIONES PERPETUAS.
12  ̶   ESTA ES LA SEÑAL DEL PACTO: Nahmánides recuerda esta frase a propósito del servicio que efectúa el Sumo Sacerdote el día de Kippur (Levítico XVI, 3). En efecto, este capítulo del Levítico empieza con las siguientes palabras: “con esto Aarón entrará en el Santuario”. Ahora bien, la palabra  “be-zot” (con esto) alude a la palabra “zot” que introduce en nuestro versículo la idea de la alianza entre Dios y la Humanidad. Lo que significa que cuando el Sumo Sacerdote entre en el Santuario para implorar el perdón del Señor, el día de Kippur, le acompañará la promesa de gracia y clemencia que Dios les hizo a los hombres de todos los tiempos. Para darle todo su significado a esta alianza la Torah repite las mismas palabras dos veces, aquí y en el versículo 17.  

13  ̶    MI ARCO HE PUESTO EN LA NUBE, Y SERA POR SEÑAL DE PACTO ENTRE MI Y LA TIERRA.
13  ̶    MI ARCO HE PUESTO EN LA NUBE: Los astros y los fenómenos celestes estaban destinados, desde su creación, a servir de “señales” o “signos para los hombres” (Gen. I, 14). En efecto, la luna se convirtió en el emblema de Israel, el sol en de las demás naciones y las estrellas en el símbolo y garantía de la posteridad de Abrahám. Aquí el arco iris está presentado como la señal de la alianza establecida por Dios con  Noé para la salvación de la Humanidad.
Como fenómeno natural, producto de la refracción y de la reflexión de los rayos solares en las nubes, el arco iris existía desde la Creación del mundo. Pero su significado específico de señal de la Alianza lo obtuvo sólo a partir del Diluvio. Esta es al menos la teoría de Nahmánides y de otros pensadores quienes interpretan el pasado empleado en nuestro versículo como una prueba de que el meteoro existía ya anteriormente. Esta tesis se opone a la que defiende Ibn Ezrá en contra de la sentencia de Avot ( V, 6) que cita el arco iris entre las “diez cosas creadas el sexto día del Génesis a la hora del crepúsculo”, es decir justo al final de la obra de creación. Abravanel  piensa que los cambios intervenidos en la condición cósmica después del diluvio permitieron percepción visual del meteoro, cosa que no era posible en la época ante diluviana. Para Maharal. El arco íris es, desde luego, un fenómeno de orden natural pero la Torah indica aquí la causa primera de su formación (la causa de la causa, si se prefiere) que es de orden metafísico. En efecto, la naturaleza ha sido creada en función del hombre, hasta el punto de que las reacciones morales de este pueden tener incidencias en los fenómenos naturales, como sucedió en el caso del pecado original, a raíz del cual la naturaleza se puso a producir zarzas y espinos. Esta relación de independencia explica también la tradición citada por Rashí según la cual “ciertas generaciones no necesitaban aquella señal porque fueron perfectamente justas. Por ejemplo la de Ezequías, rey de Judá, y la de Rabí Shimón Ben Yohái”.
En cuanto a la relación misma que existe entre el arco iris y la alianza de Dios con los hombres, algunos de nuestros maestros creen encontrarla en la posición del arco, pues esta posición implica descanso y, por tanto, anuncia la paz. En efecto, si el arco estuviese dirigido hacia arriba, significaría que el Amo del universo tiene la intención de disparar contra ella, del mismo modo que el cazador dirige el arco y la flecha hacia el blanco al que quiere apuntar.  Pero como está orientado en dirección al cielo, el arco iris denota intenciones pacíficas por parte del Todopoderoso. Los cabalistas, por su parte consideran que la gama de colores correspondientes al espectro solar refleja la matizada variedad de los Atributos Divinos. ¿No dice acaso el profeta Ezequiel: “Semejante al arco iris que aparece en las nubes en un día de lluvia, tal era el circulo de luz que Le rodeaba; era como la imagen reflejada de la gloria del Eterno. A su vista, caí sobre mi rostro y oí una voz que hablaba”? (I, 28). Además, así como el arco iris es una unidad de séptupla irradiación, la luz que emana de la faz de Dios debe considerarse como la irradiación de su séptupla bondad. Nuestra oración cotidiana hace alusión a estos siete atributos de la luz Divina en el pasaje que dice: “Bendícenos a todos, Padre Nuestro, con la luz de Tu rostro, pues a la luz de Tu rostro Tú nos has dado, Señor, una ley viva (llena de) amor a la justicia y a la virtud, de bendición, misericordia, vida y paz.” Así pues, los siete colores del espectro solar son en cierto modo la proyección de los atributos del Amor Divino. Por eso el eterno proclamó: “Cuando sienta deseos de hundir al mundo en las tinieblas y en la destrucción (&. Rashí V. 14), el arco aparecerá en la nube… y me recordará el pacto perpetuo…” 
Pero aunque el arco iris sea una manifestación más de la Shejiná, no debemos, sin embargo, pararnos a contemplarlo ni tampoco llamar la atención de nuestros semejantes sobre él. Debemos hacer lo mismo que Moisés delante de la zarza ardiente: taparnos el rostro por “miedo a mirar a Dios” (Ex. III, 6). (Racnati). Pues la contemplación de la Luz Divina en su deslumbrante esplendor es un goce que Dios le reserva a los justos en los tiempos mesiánicos.(Zohar).

14   ̶    Y SERA QUE CUANDO YO CUBRIERE DE NUBE LA TIERRA, ENTONCES APARECERA EL ARCO EN LA NUBE.

15    ̶     Y RECORDARE MI PACTO QUE HAY ENTRE MI Y VOSOTROS, Y TODA ALMA VIVIENTE DE TODA CARNE; Y LAS AGUAS NO VOLVERAN A SER DILUVIO PARA DESTRUIR TODA CARNE.

16   ̶   ESTARA, PUES, EL ARCO EN LA NUBE, Y YO LO VERE PARA ACORDARME DEL PACTO ETERNO ENTRE DIOS Y TODA CRIATURA VIVIENTE, CON TODA CARNE QUE HAY SOBRE LA TIERRA”.
16   ̶   YO LO VERE PARA ACORDARME DEL PACTO ETERNO… : “Acaso Dios necesita mirar para acordarse? ¿Acaso existe el olvido para El? Desde luego que no. Entonces, quizá sea Israel quien necesita ver el arco para no olvidar el castigo del diluvio. Aunque también esto resulta improbable ya que el diluvio está consignado en la Torah. Tampoco las demás naciones necesitan de aquel signo puesto que no son creyentes y, por tanto, no le dan al Diluvio el sentido que realmente tiene. En realidad, “el signo al que recurre Dios para recordar sus milagros” está dirigido a los hombres. Pues el texto no dice: “lo miraré para acordarme, sino para recordárselo a los demás, es decir para que los justos lo rememoren y bendigan Aquel “que se acuerda de la Alianza, que es fiel a su Alianza y cumple su palabra”. (Esta es la fórmula de la bendición que hay que pronunciar a la vista del arco iris). Cuando el arco iris aparezca en la nube, el mundo sabrá que “El se acuerda”. Que los hombres no se desanimen y que no duden de la Justicia Divina, incluso en las épocas en las que “el mundo está sumido en las tinieblas y la ruina”; que reconozcan, al contrario, en el arco iris la garantía del pacto Eterno que existe entre el Creador y la criatura y que, al verlo tengan la certeza de que el Eterno conduce el mundo hacia su destino, pese a las tribulaciones que atraviesa. Pero el Eterno, por su parte, ignora el olvido y, por tanto, no necesita ningún signo para recordar.

17   ̶   DIJO, PUES, DIOS A NOAH: “ESTA ES LA SEÑAL DEL PACTO QUE HE ESTABLECIDO ENTRE MI Y TODA CARNE QUE ESTA SOBRE LA TIERRA”.

18 –  Y LOS HIJOS DE NOAH, QUE SALIERON DEL ARCA, FUERON SHEM, HAM Y YEFETH, Y HAM ES PADRE DE KNAAN.
18   ̶   LOS HIJOS DE NOAH, QUE SALIERON DEL ARCA: Lo lógico hubiera sido que la estancia en el Arca hubiese tenido una influencia decisiva en el estado de ánimo y en el carácter de los hijos de Noé. En efecto, en varias ocasiones, hasta los primeros días que siguieron el Diluvio, el texto no los llama por sus respectivos nombres sino que dice sencillamente: Noah y sus hijos. Lo que significa que durante aquel periodo de tiempo, Shem, Ham y Yefeth no tienen más características que la de ser los hijos del justo. Junto a su padre, se acercan a Dios y escuchan Su palabra en común. Pero en cuanto salen del Arca vuelven a ser lo que eran antes del Diluvio: tres hermanos distintos y que siguen cada uno su propio camino, ora para acercarse a Dios, ora para alejarse de El. Yefeth, el mayor, no ha aprendido nada; por esta razón, el texto le relega al último puesto.
HAM ES PADRE DE KENAAN: Esta precisión, que la Torah repite más adelante, es altamente significativa. En efecto, no debemos perder de vista el hecho de que, cuando Israel recibió la Torah, conocía de sobra a la tribu cananea cuyo territorio se disponía a conquistar. Por esta razón, el texto subraya aquí con insistencia los orígenes de esta población, dando  a entender su perversión moral, causa ineluctable de su inminente perdición, era herencia de sus antepasados. Así pues, la frase “Ham fue el padre de Kenaan” equivale a una seria advertencia para Israel. Es como si la Escritura le dijera al futuro conquistador del país de Canaán: No olvides nunca que la población pagana de aquella tierra está destinada a ser exterminada, debido a la depravación que heredó de su primer antepasado y que, por tanto, está profundamente arraigada en ella. Guárdate bien de seguir sus pasos si no quieres que la tierra prometida te vomite también a ti. Ante todo, procura preservar la pureza de tus costumbres, para tu propia salvación.
La palabra Jam vuelve a aparecer en el Tanaj en tres ocasiones más, siempre en relación con la noción de calor. De lo que podemos inferir que, aplicada al hijo de Noé, alude a la sangre caliente del personaje, a su carácter temperamental y sensual. 

19   ̶    ESTOS TRES FUERON LOS HIJOS DE NOAH, Y DE ELLOS SE PROPAGO TODA LA TIERRA.
19   ̶    ESTOS TRES FUERON LOS HIJOS DE NOAH: Los tres tenían el mismo padre, que era un justo perfecto; y sin embargo eran muy distintos los unos de los otros. La Humanidad entera empezó a diversificarse a partir de estas tres individualidades. Todas las diferenciaciones que se han producido en lo sucesivo se remontan a esta diferenciación inicial entre los tres tipos humanos fundamentales.

20  ̶   Y EMPEZO NOAH A SER LABRADOR DEL SUELO, Y PLANTO UNA VIÑA.
20  ̶   Y EMPEZO NOAH: Rashí establece una relación entre “Vayajél” y “Julin” obra profana. Noé,  dice, “se profano a sí mismo. Tenía que haber empezado por plantar otra cosa”. En lugar de dedicar sus esfuerzos a la reconstrucción moral y espiritual de mundo, Noé se puso a planta una viña, en cuanto salió del Arca, acto que está considerado como una “profanación” de la propia persona. “El Eterno le dijo: Noé, no te ha servido de escarmiento el pecado de Adám y sus graves consecuencias?” (Según Rabí Meir, el fruto prohibido era el de la vid) (Sanhedrím 70b). Noé acababa de escapar sano y salvo de la terrible plaga y de salir de una pesadilla que ha supuesto para él vivir en el Arca durante aquel interminable año; y he aquí que lo primero que se le ocurre es ponerse a disfrutar de nuevo de los placeres de la vida. Así pues, el hombre que antaño la Escritura había calificado de  “ish Tzadik” se convierte ahora, después de la prueba, en un “ish adamáh” un “hombre de tierra”. Rabí Berahiá nos dice al respecto: Mira cuanta diferencia hay entre un Noé y un Moisés. El primero cayó lentamente mientras que el segundo no ceso de elevarse ya que de  “ish mitzrí” (Ex. II, 19) que era, al principio de su “carrera” se convirtió al final en un “ish ha.Elohim” (Deuteronomio XXXIII, 1). (Gen. Rabá c. 36).
Y PLANTO UNA VIÑA: “Satán fue a su encuentro y le propuso su asociación para el cultivo de la viña. Noé aceptó. ¿Qué hizo entonces Satán? Cogió una oveja y la degolló sobre la vid; luego hizo otro tanto con un león, y finalmente también degolló un cerdo. Y la sangre de estos animales regó la tierra del viñedo. El mismo día en que fue plantada la vid, ésta floreció y dio frutos. Y aquel mismo día, Noé cortó la uva, la exprimió y bebió de ella. ¿Por qué actuó Satán de esta manera? Porque el hombre que bebe un vaso de vino sigue siendo tan manso como el cordero; pero cuando bebe dos, se pone tan fuerte como el león que se cree superior a todos los animales. Y cuando bebe tres o cuatro vasos, se convierte en un cerdo, pues ensucia sus vestidos y se revuelca en el lodo”.
La idea de que el bebedor incapaz de controlar su vicio resbala por una pendiente fatal que le conduce a la deshonra está expresada también en la sentencia talmúdica que hace referencia al empleo de la conjución copulativa (“y”) en este pasaje: En efecto dicha conjución esta repetida trece veces a lo largo de los cinco versículos que relatan el episodio de la embriaguez de Noé: Lo que significa que el borracho se deja arrastrar por su vicio y va cayendo de debilidad en debilidad, sino sabe dominarse. Y sus trece “caídas” le llevan a desafiar al Señor cuyo signo es el haz formado por los trece atributos de la misericordia (San. 70 a). Por esta razón, cuando pronunciamos el Kidush sobre el vino para santificar el día de Shabbat o algún día de Pascua, debemos empezar con la frase Sabri Maranan que se dirige a los oyentes y significa  ¡ten cuidado!  En efecto, el vino puede provocar la embriaguez y, de hecho, ha atraído la maldición sobre el mundo.

21   ̶   Y BEBIO DEL VINO, Y EMBRIAGOSE, QUEDANDO DESCUBIERTO EN MEDIO DE SU TIENDA.
21   ̶    QUEDANDO DESCUBIERTO:  (o: y se desnudó…) la palabra va-yitgál está compuesta por las mismas letras que la que significa “destierros” (galuyót).  Y el Midrash hace una observación análoga basándose en el hecho de que la forma verbal va-yitgál puede interpretarse como: “se desterró”. La conclusión que saca de esto es que la misma embriaguez que obligo a Noé a huir para ocultar su vergüenza, obligara también a aquellos de sus descendientes que se den a la bebida a convertirse en fugitivos. Este fue el caso de las diez tribus de Israel que fueron exiliadas “a causa del vino” (Amos VI, 6) y el de las tribus de Judá y Benjamín (Isaías XXVIII, 7).
EN MEDIO DE SU TIENDA: “aholó” lleva un sufijo pronominal femenino, lo que significa, dicen nuestros Sabios, que se trataba de la tienda de su mujer. Cuando Noé sintió que el vino le subía a la cabeza, se refugió en el lugar donde pensaba ocultarse. No quería que sus hijos lo vieran en aquel estado de ebriedad.


22   ̶   Y HAM, PADRE DE KENAAN, VIO LA DESNUDEZ DE SU PADRE, Y LO CONTO A SUS DOS HERMANOS, AFUERA. 
22   ̶   Y HAM, PADRE DE KENAAN, VIO LA DESNUDEZ DE SU PADRE: Los otros hijos, movidos por el respeto y el pudor, se quedaron fuera mientras que Ham, demostró su atrevimiento, entró en la tienda. El caso de Ham está agravado por el hecho de que él mismo era padre ya. Por lo tanto, el pensamiento de lo que podía llegar a ser el comportamiento de sus hijos para con él mismo debió inspirarle una actitud muy distinta con respecto a su propio padre. Además, no se conformó con ver la “desnudez” de su padre, sino que fue a contarles a sus hermanos, entre risas y burlas (Pirké Rabí Eliezer, c. 23).
Hemos subrayado ya que, cuando recalca el hecho de que Ham era el padre de Kenaan , la biblia alude a la población degenerada de este país. Su propósito es que el pueblo de Israel tome conciencia de los orígenes de esta generación. Israel se encontraba entre dos pueblos descendientes de Ham: Egipto y Canaán. Conocía la decadencia social del primero y la decadencia moral del segundo; y asistió al derrumbamiento de ambas naciones. Aquí la Torah nos indica que el origen de aquella depravación fue la relación que existió entre Ham y su padre. Pues la sociedad humana está basada totalmente en las relaciones que tienen los padres y los hijos entre sí.
Mientras los hijos ven a sus padres como personas espirituales encargadas de cumplir con una misión Divina, la Humanidad se desarrolla de una manera sana. Pero cuando desaparece el elemento espiritual, cuando el niño considera sólo el aspecto físico de sus padres y pierde el pudor que debe sentir en su presencia, la rama se corta y el pasado deja de producir un futuro en constante perfeccionamiento. Por esta razón, en el momento en que Israel se dirige hacia la frontera de la Tierra Santa y se dispone a evacuar a los habitantes de aquella Tierra para ocupar el sitio, la escritura le enseña la degeneración que existe entre aquellas gentes y sus consecuencias. Le dice: “Ve, esta generación empezó con el primer desprecio que el antepasado de la población cananea le demostró a su padre” (Hirsch).
Y LO CONTO A SUS DOS HERMANOS AFUERA: Este es el motivo por el cual el esclavo cananeo tiene derecho a recobrar su libertad si su amo le hiere en un ojo o le hace perder algún diente (Ex. XXI, 26). Pues la maldición que condenó a los hijos de Canaán a la esclavitud se remonta al pecado que cometió su antepasado con el órgano de la vista y el del habla. Ahora bien, el hecho de perder el uso de uno de estos órganos equivale de por sí a un castigo. En este caso, por lo tanto la maldición pierde su razón de ser (Rabbá ibid  y Rashí).

23  ̶    Y SHEM Y YEFETH COGIERON UN MANTO, Y LO PUSIERON SOBRE LOS HOMBROS DE ENTRAMBOS, Y ANDUVIERON HACIA ATRÁS Y CUBRIERON LA DESNUDEZ DE SU PADRE, Y, VUELTOS LOS ROSTROS, NO VIERON LA DESNUDEZ DE SU PADRE.
23  ̶    Y SHEM Y YEFETH COGIERON UN MANTO… : Rashí comenta: Como Shem se apresuró a cumplir la mitsvá antes que Yefeth, sus hijos fueron considerados dignos de llevar el Talet y los Tsitsit que lo adornan. En cuanto a los hijos de Yefeth ganaron el derecho a una sepultura digna, … Y en lo que respecta a los descendientes de Ham, que fue el que le falto a su padre, el profeta Isaías dirá como fueron castigados (XX, 4). Este es uno de los muchos ejemplos que nuestros sabios nos dan para demostrar que una sola buena acción realizada por un antepasado puede ser beneficiosa para toda la posteridad, hasta la última generación (o que las virtudes de los antepasados siguen fructificando y prosperando a través de su descendencia); y que, a la inversa, los pecados cometidos por los antepasados tienen repercusiones espantosas que se transmiten de generación en generación. Este fenómeno corresponde a la realización de la palabra Divina proclamada en el Decálogo: “Pues yo, el Eterno, tu Dios, soy un Dios celoso que castiga la iniquidad del padre en los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me ofenden, y que extiende su misericordia hasta la milésima generación de los que me aman y observan mis mandamientos”. 

24    ̶    Y DESPERTO NOAH DE SU VINO, Y SUPO LO QUE HABIA HECHO CON EL SU HIJO MENOR.
24    ̶    Y SUPO LO QUE HABIA HECHO CON EL SU HIJO MENOR: Esta frase se refiere a Ham, según la gran mayoría de los comentaristas, Ibn Ezrá, sin embargo, basándose en Pirké de Rabí Eliezer, 23) opina que alude a Kenaan, el cuarto y último hijo de Ham, el hijo en el que se reencarnó su instinto perverso. La expresión “supo que había hecho” da a entender que se trataba de una acción concreta. En efecto, ¿merecía acaso la falta cometida con la vista o la palabra, la que consta en el versículo 22, un castigo tan severo y de tan grandes consecuencias como la maldición? Este es el argumento que invoca Maharal para justificar de cara a los escépticos, las interpretaciones de Rav y de Samuel: el primero declara que Ham castró a su padre; el segundo que cometió con él pecado de sodomía. (San. 70 a ). “ Y qué motivo podía tener Ham para castrar a su padre? He aquí lo que le dijo a sus hermanos: Adám tuvo dos hijos, y uno de ellos mató al otro para heredar solo el mundo entero. Nuestro padre ya tiene tres hijos y quiere otro más” ( Rashí).


25  ̶   Y DIJO: “MALDITO SEA KENAAN; SIERVO DE SIERVOS SERA PARA SUS HERMANOS”.
25 – ¡MALDITO SERA KENAAN! SIERVO DE SIERVOS SERA PARA SUS HERMANOS: ¿Cuáles fueron los motivos que indujeron a Noé a condenar a su hijo indigno a la esclavitud para castigar su mala acción? Rashí contesta lo siguiente: “Por culpa tuya no tendré a un cuarto hijo para servirme (Durante su estancia en el Arca, Noé y sus hijos tuvieron que hacer frente a una tarea inmensa, superior a sus fuerzas. Noé entonces expreso el deseo de que sus hijos tuviesen esclavos a su servicio; también deseó que naciera un cuarto hijo que le sirviera a él. Midrash Rabá). Maldito sea, pues, tu cuarto hijo. Se convertirá en el siervo de los descendientes de tus hermanos mayores que son los que ahora llevan la pesada carga de servirme.” Tenemos aquí la primera indicación de la división del cuerpo social en amos y esclavos, división cuya causa inicial fue la decadencia moral.
Iben Ezrá empieza por explicar que Canaán estaba destinado a ser el esclavo, no sólo de los Semitas sino también de Dios, cosa que se deduce en plural “lámo” que figura en el versículo 26. (“Que Canaán sea tu esclavo”). Ahora bien, el hecho de servir como esclavo a los descendientes de Shem constituye para los Cananeos el medio más seguro para acercarse al ideal de la pureza moral y de arrimarse a la Shejiná. Esta es la idea que guía al autor de Sefer Hajinuj  (N° 332) en su interpretación de la ley mosaica relativa a los esclavos cananeos (Levítico XXV 46), ley que tiene su verdadero origen en nuestro versículo.
Para S. R. Hirsch, la condición de esclavo es la consecuencia fatal de la incapacidad del hombre a dominar sus instintos. Todo el que no tiene bastante voluntad para controlar sus pasiones se convierte en el esclavo de sus propios sentidos y acaba siéndolo también de sus semejantes. Por el contrario, el que sabe dominar la propia naturaleza, y renunciar a la satisfacción de sus apetitos sensuales, nunca se deja arrastrar y seducir, n siquiera con cadenas de oro. Puede parecer, pero no se deja esclavizar. Esto es cierto tanto para los individuos como para los pueblos.
Para Sforno, la condición de esclavo, que significa una caída al nivel más bajo de la jerarquía social, tiene un objetivo: el de preservar a las demás capas de la sociedad, de la influencia nefasta de la depravación moral.
El punto de vista de Najmánides es totalmente distinto. En su comentario del primer versículo de la Toráh (cuando nos recuerda la sentencia de # citada al principio del comentario de Rashí)  ya nos indica que el libro del Génesis abre los anales de la historia con el fin de explicarle a la Humanidad el origen de los derechos legítimos de los judíos sobre la Tierra Prometida. El relato de los hijos de Noé se inserta en esta perspectiva. Nos enseña, en efecto, que Canaán, cuyos descendientes ocuparon el país después del Diluvio (el nombre de aquella tierra pasó a ser entonces Eretz Kena´an) fue condenado a la esclavitud por una falta que cometió. Por esta razón, Dios le prometió a Abraham el país de Canaán. Porque sus habitantes siguieron con su vida depravada y perdieron así el derecho a poseer la tierra más hermosa del mundo. Así pues, fueron expulsados de ella del mismo modo que Adám fue expulsado del paraíso, la generación del Diluvio borrada del mapa y la de la Torre de Babel dispersada a través del mundo. Desde los albores de la Humanidad, éste ha sido uno de los principios de la Justicia Divina: cuando una nación alcanza el último grado de la corrupción, debe desaparecer y ceder el puesto a una nación más joven y más pura. Por ejemplo, Dios les concedió a los judíos “unas tierras que estaban ocupadas por ciertos pueblos… con el fin de que observasen sus estatutos y respetasen sus leyes” (Salmo  C V, 4). Pero antes de que las ocuparan, les hizo la siguiente advertencia: “No os mancilléis con todas esas cosas (delitos sexuales), pues los pueblos a los que expulsó y que os ceden el puesto se han mancillado con ellas… Temed pues que esta tierra os vomite si la mancilláis, del mismo modo que ha vomitado al pueblo que la habitaba antes de vosotros” (Levítico XVIII, 28).
Es cierto, dice Najmánides, que en el plano Divino que abarca la Eternidad, la Tierra Santa estaba desde el principio destinada a Israel, como consta en el último discurso de Moisés (Deuteronomio XXX, II, 8). Pero el Señor se la dio primero a Canaán, quien en su calidad de esclavo, la guardo para Israel. Por eso Noé repite aquí dos veces que Canaán será el esclavo de Shem. Es como si un hombre confiara los bienes del hijo de su amo a su esclavo para que los guarde hasta que el hijo crezca y sea capaz de administrarlos. (X, 15). Por este mismo motivo, Guebiha Ben Peziza rechazó en presencia de Alejandro Magno las pretensiones territoriales de los descendientes de Canaán sobre la Tierra Prometida (San. 91a).

26 – DIJO TAMBIEN: BENDITO SEA EL ETERNO, DIOS DE SHEM Y SERA CANAAN SIERVO SUYO.
26 – BENDITO SEA EL ETERNO, DIOS DE SHEM: A través de esta frase tan concisa se trasluce la alegría y el reconocimiento que Noé experimenta al pensar en su hijo Shem; pues este sigue siendo fiel servidor del Dios que él mismo ha adorado desde siempre. A Shem y a sus descendientes les incumbe ahora la misión de hacer triunfar los valores morales, espirituales y religiosos que están basados en la creencia en Dios, y de difundir los grandes principios de nuestra Ley a través del mundo.
Y SERA CANAÁN SIERVO SUYO: “El pueblo judío ha sido creado para aprender a conocer al Creador y para dedicarse a servirle. Si utiliza a sus propios hermanos como esclavos, estos no pueden realizar su suprema razón de ser. Por consiguiente, el pueblo judío debe ser servido por aquellas naciones que fueron condenadas a la esclavitud por su propia culpa.” (# ed. Venise, N° 332).


27 – DARA DIOS ENSANCHE A YEFETH, Y HABITARA EN LAS TIENDAS DE SHEM; Y SERA CANAÁN SIERVO DE ELLOS”.
27 – DARA DIOS ENSANCHE A YEFETH: Onkelos entiende: un espacio amplio, dilatado. La bendición que recibe Yefeth le promete la expansión de sus dominios, es decir el bienestar material y el poder terrenal. No obstante, Yefeth deberá “residir en las tierras de Shem”. Lo que significa que entre la raza yafética y semítica deberán existir relaciones de amistad. Tenemos aquí la primera perspectiva universalista de la Biblia. Aquí contempla por primera vez la posibilidad de que un día la hostilidad desaparezca entre las naciones y de que todos los hombres se unan en la adoración común del Dios Uno.
Pero Yefeth significa también “belleza”. Por eso nuestros Sabios interpretaron este versículo de la manera siguiente: “Que la belleza yafética resida en las tiendas semíticas” ( Meguilá 9b), recomendación que aplicaron sobre todo al empleo de la lengua griega, “la más hermosa de las lenguas de los descendientes de Yafeth” (Rashí Ib.), ya que escogieron el griego para la traducción de la Torah. Está citado en el capítulo X, 2 como hijo de Yafeth. Es la perfecta encarnación del genio de Yafeth, del mismo modo que # el hebreo, es el representante más fiel del espíritu de Shem.
Las palabras que Noah les dirigió a sus hijos tuvieron un impacto histórico universal debido a que los tres hijos se convirtieron, después del Diluvio, en los padres de la Humanidad. Shem fue el antepasado de los pueblos semíticos, Ham el de las poblaciones africanas, esencialmente, y Yafeth el de las naciones indoeuropeas o arias. Si actualmente, tras varios milenios de historia, tuviéramos que resumir en pocas palabras lo que cada uno de ellos ha aportado a la Humanidad, no podríamos hacerlo mejor que las pocas palabras contenidas en la bendición de Noé: “Que Yafeth reciba de Dios el sentido de la belleza, pero que resida en las tiendas de Shem, y que Canaán sea el esclavo de ambos”. Podemos comprobar en efecto retrospectivamente que Yafeth, el antepasado de los Helenos, desarrolló el culto de la belleza y orientó a la Humanidad hacia una cultura basada en la estética; y que, por otra parte fueron las “tiendas de Shem” las que difundieron las ideas religiosas fundamentales entre los hombres. Por último, también es verdad que las poblaciones africanas descendientes de Ham se convirtieron en esclavas de la raza blanca y lo siguen siendo actualmente.
Esta visión panorámica nos permite sacar la siguiente conclusión: La cultura universal tiene tres elementos fundamentales: las fuerzas espirituales, las fuerzas afectivas y las fuerzas físicas que alimentan la vida sensual y pasional. Ham y sus descendientes son los detentores de estas últimas. En el polo opuesto están los Semitas, que encarnan la esfera del espíritu (la palabra # en efecto, significa “nombre”, es decir que designa el concepto abstracto del objeto (material), su “dimensión” espiritual). Pero entre los unos y los otros se encuentra una fuerza intermedia, que corresponde a la vida afectiva, patrimonio de Yafeth. Esta fuerza saca su sustancia del mundo físico y sus atributos del mundo espiritual. Así crea un vínculo entre las dos esferas opuestas y viene a ser una base a partir de la cual la fuerza brutal y sensual, inculta y salvaje debe elevarse para poder luego acceder al nivel de la esfera espiritual. El culto helénico de la belleza atribuido a Yafeth tiene una influencia civilizadora sobre el comportamiento humano, eleva los corazones hacia el ideal estético y despierta en ellos el amor a la perfección de la forma. Sólo si recorre esta etapa intermedia, la de Yafeth, Ham podría redimirse y elevarse hasta las alturas donde “reside el Dios de Shem”. Para cumplir con la misión que se le ha confiado, que es la de acercar el corazón de sus hermanos, cercanos y lejanos, al ideal de la Toráh y al Señor, Shem tendrá que conceder a las aspiraciones helénicas un lugar en su propia tienda. Inspirándose en esta interpretación de la historia, Sanmsón Rafael Hirsch, el célebre rabino de Francfort, desarrolló una teoría conocida bajo el nombre de “Toráh im Derej Erets”  que preconiza, en una medida claramente precisada, la asociación de la Toráh y de la cultura general. Según esta teoría nuestros Sabios consideran legítima la integración en los programas educativos judíos del estudio de “la cultura de Yafeth”, es decir de las bellas artes, de la literatura y de la ciencia, a condición de que no contengan elementos contradictorios con las enseñanzas de nuestra religión y puedan, al contrario, proporcionarle un apoyo valioso. (Obras, tomo 2, Art: Hellenimus und das Judentum, p. 26).

 Y en la proxima parte:


28   ̶   Y VIVIO NOE DESPUES DEL DILUVIO...

Síguela en Noé IX


Fragmentos tomados de la Parashat Noaj Comentada por el 

Rab. Eli Munk



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