Noé 2



Continuamos estudiando la Parasha Noaj:


10    ̶   Y ENGENDRO NOAH TRES HIJOS: SHEM, HAM Y YAFET
10    ̶  SHEM, HAM Y YAFET: Tres hijos cuya diferencia de carácter se manifestarán a lo largo de sus vidas y marcaran profundamente la historia de su posteridad. Resulta consolador pensar que las disparidades, cualesquiera que sean, que observamos entre las familias humanas, ya existían antes del Diluvio. En efecto, si Dios quiso que sobrevivieran a la catástrofe, fue porque formaban parte de su estrategia, porque pensó que era posible alcanzar la meta final de la historia a pesar de esta diversidad de nacionalidades. Así pues, los tres hijos de Noé se salvaron en el Arca: Shem, representante del tipo humano espiritual, Ham, encarnación de las razas que se entregan al delirio de sus sentidos, y Yafet, que fue padre de los pueblos aficionados a las artes. La asociación de los tres constituye la base de la Humanidad futura (Hirsch).

Yafet era el mayor. “Sin embargo, la Escritura cita primero a Shem, porque era el justo, el que había nacido circunciso y el antepasado de Abrahám” (Rashí v; 32). “El tercer hijo, dice Rabí Yehoshúa, es siempre el más amado: Así sucedió con Shet, hijo de Adám, con Shem, hijo de Noé, con Leví, hijo de Jacob y con Moisés, hijo de Amram”. 

11   ̶   Y SE CORROMPIO LA TIERRA ANTE DIOS, Y SE LLENO LA TIERRA DE VIOLENCIA.
11   ̶   Y SE CORROMPIO LA TIERRA ANTE DIOS, Y SE LLENO LA TIERRA DE VIOLENCIA: La escritura repite varias veces que la corrupción de las costumbres reinaba desde el principio. Se suele pensar que esta clase de delitos no afecta en profundidad el funcionamiento del cuerpo social; que la juventud puede ser desvergonzada y la vida matrimonial inmoral sin que el comercio y la civilización se resientan de ello. En realidad, cuando la corrupción de los hombres es tal que va a desafiar a Dios, no hay institución que pueda salvarlos de la perdición. Desde luego, la sociedad no “se llenara” nunca de gezel es decir de robo manifiesto, ya que dispone de medios (represivos y) correccionales, como la cárcel por ejemplo para protegerse contra semejantes delitos. Pero no es el robo manifiesto sino la iniquidad lo que lleva a la sociedad a la ruina. Es el delito perpetrado con astucia o malicia que se sustrae a la justicia de los hombres y que solo puede impedir la voz de la conciencia. Y esta voz deja de hacerse oír cuando la sociedad se hunde en la perversidad; entonces ya nada puede detener la catástrofe.

12   ̶   Y MIRO DIOS LA TIERRA, Y HE AQUÍ QUE ESTABA CORROMPIDA, PORQUE TODA CARNE HABIA CORROMPIDO SU CAMINO SOBRE LA TIERRA.

13   ̶   Y  DIJO DIOS A NOAH: “EL FIN DE TODA CRIATURA HA LLEGADO DELANTE DE MI, PORQUE LA TIERRA ESTA LLENA DE VIOLENCIA A CAUSA DE ELLOS, Y HE AQUÍ QUE VOY A DESTRUIRLOS CON LA TIERRA.
13   ̶   “EL FIN DE TODA CRIATURA… “Cada vez que hay depravación e idolatría, una catástrofe general cae sobre el mundo y destruye a los buenos y a los malos” (Rashí). Noé se benefició sin embargo de la gracia del Señor porque era un  “justo perfecto”, y porque los justos perfectos son invulnerables incluso cuando “el ángel destructor tiene libertad para asestar sus golpes por doquier, sin hacer diferencias entre el justo y el impío”.
Aunque tampoco los justos perfectos deben desafiar al ángel destructor. Más les vale retirarse a sus hogares, que fue lo que hicieron los hijos de Israel en Egipto durante la noche en que la muerte cundió entre los primogénitos. (Ex. XII, 22). Por esta razón, “Dios cerró el arca detrás de Noé”.
Y HE AQUÍ QUE VOY A DESTRUIRLOS CON LA TIERRA: Dice Rashí: “Hasta tres pulgadas de tierra, que es la profundidad labrada, fueron penetradas y arrastradas por las aguas”.  Y el Midrash añade: Esto se parece a la historia del príncipe y de su nodriza. Cada vez que él se entregaba a la depravación, castigaban a la nodriza. Del mismo modo, la tierra es castigada cuando el hombre se corrompe.  “Eretz” es la palabra que designa la capa superior de la tierra, la que tiene hasta tres pulgadas, mientras que “adamáh” corresponde a las capas más profundas. Otros sostienen por el contrario que la palabra “Adamáh” se aplica a la superficie de la tierra y el término “eretz” a las capas más profundas.  Sea lo que fuere, el hecho de que la parte superior del suelo se haya visto afectada por las aguas del Diluvio explica el debilitamiento de su fuerza protectora, fenómeno que no ha dejado de manifestarse hasta entonces.

 14   ̶   HAZTE UN ARCA DE MADERA DE “GOFER”; HARAS APOSENTOS EN EL ARCA, Y LA EMBETUNARAS POR DENTRO Y POR FUERA CON BREA.
14   ̶   HAZTE UN ARCA DE MADERA DE “GOFER”: La Escritura emplea la palabra “teváh” solo en dos ocasiones; aquí y en Exodo II, 3 para designar la cesta que protegió a Moisés evitando que se hundiera en las aguas del Nilo. En los dos casos, la tevah cumple la misma función: En el primero, salva de la muerte al redentor de la Humanidad, y, en el segundo, hace otro tanto para el redentor del pueblo elegido. Allí y aquí, viene a ser una figuración del “Arca de la Alianza”  que contiene el tesoro de la Humanidad. Por un lado está Moisés, el futuro profeta de la Alianza entre Dios e Israel; y, por el otro, Noé, a quien Dios promete su Alianza con la Humanidad cuando (le ordena) entrar en el Arca, como está escrito: “Estableceré mi pacto contigo: tú entrarás en el Arca” (V. 18). Así pues, el Arca sagrada ha permanecido como un símbolo de la salvación de Israel y de la Humanidad.

15   ̶   Y DE ESTA MANERA LA HARAS: TRECIENTOS CODOS DE LONGITUD DEL ARCA, CINCUENTA CODOS DE ANCHURA, Y TREINTA CODOS DE ALTURA.
15   ̶   Y DE ESTA MANERA LA HARAS: Esta fórmula (ve-zéh) se repetirá sólo una vez (en toda la Escritura); a propósito de los sacrificios que se ofrecen en el altar del Tabernáculo (Ex. XXIX, 38). Se trata, (en este segundo caso) de una alusión al altar que levanto Noé a su salida del Arca. Pero el hecho de que el Eterno prescriba las medidas exactas del Arca, cosa que hace sólo para el Tabernáculo y su altar, puede sugerir también que existe una analogía entre el Arca (de Noé) y el altar. (del Tabernáculo). En efecto así como este santifica los sacrificios ofrecidos a Dios que se consumen en su fuego de igual modo que el Arca, elevándose en santidad por encima de las olas del Diluvio, simboliza el altar donde la humanidad ofrece al Eterno el homenaje de sus innumerables sacrificios. (&. más  lejos V. 18).
TRECIENTOS CODOS LA LONGITUD DEL ARCA: “La Toráh te enseña que la anchura de un barco debe representar la sexta parte de su longitud, y su altura la décima parte de ésta”  (Midrash). Las medidas indicadas corresponden aproximadamente a 150 metros, para la longitud, a 25 metros, para la anchura y a 15 para la altura. ¿Cómo pudo un Arca de semejantes dimensiones contener varios  millones de animales, entre los cuales se hallaban (además) ciertas especies de proporciones gigantescas, como, por ejemplo, el monstruo determinado Reem, que, desde luego, no podía caber en ninguno de los tres pisos? (Zebahím 11 b).  Solo un milagro, contesta Nahmánides, puede explicar este hecho; pero aunque el Señor hubiera podido salvar a la familia de Noé y a los animales de muchas otras maneras, El quiso, sin embargo, reducir al máximo la intervención de lo sobrenatural y , por esta razón, le ordenó a Noé construir un Arca de tan impresionantes dimensiones. “Pues, a cada milagro que citan la Torah y los profetas, el hombre debe contribuir según sus medios; el resto está en manos de la Providencia.”

16   ̶  LE HARAS UN ALUMBRADO AL ARCA, Y LA ACABARAS A UN CODO DE LA PARTE ALTA; Y LA PUERTA DEL ARCA PONDRAS EN SU COSTADO; LE HARAS PISOS BAJO, SEGUNDO Y TERCERO.
16   ̶  LE HARAS UN ALUMBRADO AL ARCA: La palabra tzohár se aparenta a zóhar “resplandor”, y también a sohár cárcel. (Génesis XXXIX, 20). El hombre creyente puede estar encerrado en un arca, en medio de un cataclismo, y conservar sin embargo la luz en el corazón gracias a la fe y a la confianza inquebrantable que tiene en Dios.  Este fue también el caso de Yosef quien, pese a su inocencia, “fue encerrado en un calabozo, donde estaban detenidos los presos del rey: pero él se encontraba allí como en una morada llena de luz” (Gen. Ibid.)
Sin embargo, Rashí indica que la palabra “tzohár” significa, para unos, “ventana”, y para otros “piedra preciosa dispensadora de luz”. El hecho de que el ilustre comentarista cita estas dos interpretaciones divergentes deja suponer que las considera válidas a las dos, (e incluso) complementarias. En efecto, cuando un justo como Noé tiene una catástrofe a su puerta, no se conforma con disfrutar de la luz que brilla en su hogar y sobre su familia, sino que (también) abre una ventana para dirigir sus miradas hacia el mundo exterior y poder apreciar la situación en la que se encuentra. Así, cuando llega el momento, está preparado para brindarle su ayuda. 
LE HARAS DE PISOS BAJO, SEGUNDO Y TERCERO: El Zohar aplica al Arca el versículo de los Proverbios que dice: “El nombre del Eterno (protege como) una torre fortificada: el justo (que) se refugia en él es inatacable” (XVIII, 10). El Arca que resguardaba a sus habitantes bajo el signo de Dios, se parecía, en efecto a  una torre fortificada. Constaba de tres pisos: el más alto era para los seres humanos, el intermedio era para los animales y el de abajo para los desperdicios. (Rashí). Rabí Isaías Horowitz, expone, la substanciosa lección que Noé había de sacar de esta subida gradual de las esferas terrestres cuyo objetivo es llegar a merecer la protección o “égida del Eterno”.

En la proxima parte del estudio de esta Parashat continuaremos con:

17   ̶   EN CUANTO A MI, HE AQUÍ QUE VOY A TRAER UN DILUVIO DE AGUAS SOBRE LA TIERRA...

Sigue la lectura en Noé III




Fragmentos tomados de la Parashat Noaj Comentada por el Rab. Eli Munk

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